sábado, 28 de noviembre de 2009

Antipoema


ntipoema No 0

El hombre,
ese trozo de viento revestido de sueños,
tiene miedo,
tiene miedo de amar la oculta mirada
que en cada ojo le interroga el alma,
tiene miedo de apretar las tímidas manos
que cuelgan del aire,
tiene miedo de oír el quejido que yace
en el fondo de todas las palabras,
que rebota en su piel,
y estremece la piedra,
tiene miedo de abrazar la ternura,
y el terror,
de los cuerpos que lo cruzan,
que lo esquivan,
que lo chocan,
que lo trepan,
que lo aplastan.
Tiene miedo de mirar.
Tiene miedo de estrechar.
Tiene miedo de sentir.
Tiene miedo de amar.

El hombre,
Ese trozo de viento revestido de sueños,
Tiene miedo,
Tiene miedo de amar.
Yo sé
(juro que lo sé)
que es cierto lo que digo.

Antipoema No 1

Un niño ha muerto.
Lo trajeron al hospital,
al niño muerto.
Porque se golpeó la cabeza,
el niño muerto.
Un mes estuvo internado,
el niño muerto.
Hoy ha muerto,
el niño muerto.
Lo llevaban a otro hospital,
al niño muerto.
Para operarlo,
al niño muerto.
Pero no llegaron al otro hospital,
con el niño muerto.
Se descompuso en el camino,
el niño muerto.
Lo trajeron de vuelta,
al niño muerto.
Lo bajaron de la ambulancia,
al niño muerto.
Entre sus gritos,
los del niño muerto.
Entre los gritos de su madre,
la del niño muerto.
Una enfermera pasó y dijo:
el niño ha muerto.
Dos ordenanzas lo acostaron,
al niño muerto.
Sobre una camilla,
al niño muerto.
Y lo taparon con una frazada,
al niño muerto.
Para que no tuviera frío,
el niño muerto.

Yo,
estaba sentado.
Pensé en mis hijos,
en mi vida,
en mis padres,
en esa vieja que pasó luego
y no quería irse del hospital
mientras decía algo difícil de entender.

Estoy en un colectivo.
Voy a mi casa.
Tengo hambre.
Pero más que todo esto,
más que lo anterior,
algo me preocupa,
algo que debo resolver:
mi mujer quiere que la lleve,
sin falta,
a comer lasagna rellena.
Esta misma noche.

Antipoema No 2

Gabriel me mira desde el fondo
de sus ojos grises
y me pregunta:
Papá,
si no hubiera cielo,
que habría?
Papá,
cómo nacen las estrellas?
Papá,
quién echa el agua en las nubes?
Gabriel se acuesta a mi lado,
me toca el brazo izquierdo
con sus tímidos dedos,
y me pregunta:
Papá,
porqué crecen las uñas?
Papá,
cuando uno sueña,
está dormido,
o está despierto?
Papá,
Porqué el humo no se corta
cuando paso la mano?
Gabriel se para al lado de mi silla,
me toca el cabello
con sus dedos de espuma,
y me pregunta:
Papá,
dónde vive Dios?
Papá,
el que se muere,
ya no vive más?
Papá,
el nene que está en la barriga,
cómo hace para salir?
Gabriel se acerca a mi escritorio,
me mira desde el fondo
de sus ojos grises
y me pregunta:
Papá,
si no hubiera cielo,
qué habría?
Papá,
cómo nacen...
Gabriel no sabe
Que yo también hice esas preguntas
Alguna vez.
Gabriel no sabe
Que mi padre,
También,
Se quedó mirándome,
Callado.
Simón Kargieman (de Antipoemas 1962)

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